Una compra incorrecta es un desperdicio de dinero y una fuente potencial de tensión, ya que el donador molestará al destinatario en cuanto a sí le gusta. ¿Por no dar la importancia que tiene un perfume para el usuario?. El resultado puede ser incómodo e irrespetuoso.
Una fragancia bien elegida, por otro lado, es un regalo que recuerda al destinatario la buena voluntad del comprador cada vez que se aplique el perfume. Dado que un frasco de perfume podría durar mucho más de un año, y ver en su vestidor dicho frasco, es un recuerdo de la amistad que les une, o de algo más.
Es más fácil decir que se va a comprar un perfume que hacerlo. Es mucho más sencillo comprar una fragancia mala que una buena. A menudo dicen que "es el detalle lo que cuenta", en este contexto la implicación es evitar las cadenas de tiendas de fragancias low-cost, me refiero a esas que tienen el mismo perfume que cualquier tienda, pero bastante más barato. Puedo contar experiencias negativas sobre sus productos, al final lo barato sale caro.
Un perfume no desprende el mismo aroma en dos personas, en el frasco por supuesto, pero la mezcla con otro tipo de productos que desprenden perfume, junto con la piel y las prendas utilizadas, hacen que sumado al efecto secado del perfume sobre la piel el aroma evoluciona. A veces dicha evolución es sutil, otras el cambio es dramático.
Dedicar tiempo a conocer a la persona a la que se le va a regalar un perfume es vital, usted no puede obsequiar con un perfume de olor nueva a un hombre que lleva usando toda la vida la misma fragancia.
Así que si desconoce los gustos del destinatario, regale un buen libro, que por lo menos regala cultura.
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