Una composición para piano, inspirado por las maquinas de la fábrica de Trivero, solapada con la música techno, integrando el arte, la industria y la moda.
La colección inaugural de Stefano Pilati para Ermenegildo Zegna invita a los hombres a subirse las mangas. Pilati, que llegó a Zegna de Yves Saint Laurent, con un inventivo talle y unos puños crujientes, arrugados, acompañados por brazaletes sugestivos, abrigos a medida y suéteres con un tejido muy fino. Pilati trae su predilección por las siluetas relajadas a la sastrería italiana.
La colección estaba llena de ricos detalles. Abrigos voluminosos fueron usados sobre trajes, mientras que los abrigos más ajustados se ceñía a la cintura. Pilati escondió bufandas de seda bien planchadas dentro de los cuellos de los trajes o en un abrigo.
Para los momentos más informales, hubo pantalones cortos,..., algunos con la aparición de los boxers de seda asomando. Una chaqueta con un patronaje parecido al batín en tonos patchwork Y era un complemento para el traje oscuro en los momentos más formales.
Los colores eran una dulzura cromática, desde el arena del color beige al gris o a un color azul claro delicado hasta el Burdeos.
Los trajes de Zegna, en colores apagados, delimitan al hombre a la perfección, con hombreras pronunciadas, americanas entalladas con solapas angulosas y pantalones de pinza de corte recto y tiro largo, que en ocasiones aparecen recortados en forma de bermudas por encima de la rodilla, para cuando el calor apriete.
Y es que la próxima temporada primavera-verano, según el milanés, tendrá una marcada influencia otoñal, y, por esta razón, el diseñador apostó hoy sobre la pasarela de Milán por una colección en la que las bermudas y los abrigos juegan entre sí, prolongando el ocaso del invierno, siempre rodeados por un aura de elegancia, con trajes impolutos que definen a la perfección la figura masculina.
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