La presentación de Thomas Pink se centraba alrededor de una instalación de los artistas londinenses "Bompas & Parr", quienes crearon un escaparate interactivo especialmente para la noche, que se centró en la prohibición durante el siglo XVIII de la venta de ginebra. El dúo creó su propia opinión sobre el "puss and mew machine", que era un artilugio diseñado para la distribución anónima de la bebida".
La elegancia de unos caballeros ya que eran exactamente eso, de todas las edades, añadiendo un sentido último de elegancia para la presentación. Los sombreros de pescador se unieron con las camisas, tirantes y corbatas. Tonos brillantes de rojo hacen para un aspecto formal y correcto pero de alguna manera, Thomas Pink logró hacer inteligente al estilo industrial. Los modelos de pie charlando entre sí, apoyados entre los postes de metal. Los magentas se unieron junto con colores más neutros añadiendo un toque mas alegre a esta encantadora colección.
Los conjuntos corrían (o en el caso de un señor con barba , que sorprendió con un baile en barra) en la gama de chaquetas de tweed , camisas a rayas con tirantes o camisa a cuadros y combinaciones de pajaritas de pana con los suéteres y camisas en tonos azules saturados y naranjas en una americana sport con un marcado tartán o en peacoats, gorritas tejidas a rayas y el smoking de terciopelo rojo sobre una camisa de seda de lunares, todo combinado con pantalones vaqueros y pantalones de corte relajado.
Los trajes fueron diseñados con una forma particularmente "inconformista". Sobre todo con lo que ofrece en la presentación los sombreros de pescador. Había también un enfoque para un traje de noche, con un modelo luciendo una hermosa chaqueta en brillante de rojo tomate con pañuelo de bolsillo blanco.
Y como "elemento de diversión", Fred Willems, la marca también ha colaborado con los creativos culinarios de culto "Bompas & Parr" que instaló una "máquina expendedora de la ginebra" en forma de una puerta antigua. Cada vez que un invitado golpeaba la aldaba con el vidrio se le ofrecía, como por arte de magia, se dispensa un cóctel a través de un grifo en forma de pata de un león.
Parece que para el otoño de 2014, Thomas Pink están rompiendo moldes y abrazando a una base de clientes más amplia. Creo que la marca es definitivamente que debe tomarse en serio, desde la elegancia del día a día, o el trabajo mas pulcro o para ir perfectamente un sábado noche de discotecas. No se recomienda escalar andamios después de su tercer martini.
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